1. ESTABLECE METAS CONCRETAS Y REALISTAS
Si tu propósito es bajar de peso primero debes tener un objetivo realista. Está documentado que con una pérdida de peso inicial de 5% considerando tu peso actual comienzas a tener beneficios en tu salud. Pide orientación y mentaliza primero cuántos kilos quieres bajar y en cuánto tiempo para que así puedas cuantificar tu progreso y valorar si te encuentras cerca de cumplir tú meta. Ten en cuenta que reducir kilos rápidamente no es la solución, pues tu salud puede verse afectada. Por lo anterior, se recomienda disminuir de 0.5 kilo por semana, pues además de que esta reducción de peso es sana, te ayudará a mantener el peso por más tiempo y evitar un “rebote”. Si hacemos cuentas, disminuyendo medio kilo a la semana, es igual a 2 kilos al mes, y al año serían 24 kilos. No está nada mal.