Problemas Gastrointestinales
Dr Guillermo Colín Rojas/Cirujano General y Colorrectal
En nuestro país (con más de 100 millones de habitantes) se sabe que el 15.8% de la población vive con Diabetes Mellitus.
Muchos casos tienen un diagnóstico tardío, por miedo a ser revisados por el médico o a recibir tratamiento de por vida. Lamentablemente El tratamiento se inicia de forma tardía, cuando ya hay un daño irreversible en órganos vitales como: ojos y riñones.
El aparato digestivo no es la excepción, cuando algún paciente tiene Diabetes Mellitus puede cursar de forma inadvertida con trastornos que pueden ir desde la boca hasta el ano; es de suma importancia identificarlos y tratarlos para evitar complicaciones mayores.
Si tengo Diabetes Mellitus, ¿qué síntomas puedo tener en mi intestino?
Los síntomas no son infrecuentes. Especialmente en paciente mayores, se puede presentar dificultad para deglutir y para vaciar el estómago; lo cual causa dolor. También, puede haber distensión abdominal y abundantes flatulencias.
Los síntomas no son infrecuentes. Especialmente en paciente mayores, se puede presentar dificultad para deglutir y para vaciar el estómago; lo cual causa dolor. También, puede haber distensión abdominal y abundantes flatulencias.
Los síntomas no son infrecuentes. Especialmente en paciente mayores, se puede presentar dificultad para deglutir y para vaciar el estómago; lo cual causa dolor. También, puede haber distensión abdominal y abundantes flatulencias.
Nuestro intestino, al igual que el resto del organismo, funciona por la órdenes que recibe a través de los nervios.
Cuando hay Diabetes Mellitus de larga evolución, los nervios que llevan información para el adecuado funcionamiento del intestino dejan de funcionar de forma óptima, lo cual impide que la información que recibe el intestino no sea adecuada; con esto el alimento puede estancarse. A lo anterior se le conoce como Neuropatía Diabética y, concretamente en el estómago: Gastroparesia Diabética.
Nuestro intestino está diseñado como un sistema de propulsión, todo lo que ingresa por la boca, posterior a absorber los nutrientes es expulsado; para lograr este movimiento de propulsión el intestino requiere que los nervios avisen a los músculos cuando contraerse o relajarse. Sin embargo, si los nervios se dañan por el depósito de glucosa, no habrá un movimiento coordinado de los músculos generando estancamiento de alimentos. Esto producirá abundante gas y dolor, así como regurgitación.
El hígado graso o Esteatosis Hepática es el paso previo a la Cirrosis, una enfermedad donde el hígado tiene tejido de cicatrización, deja de funcionar y puede tener graves consecuencias.
¡Por supuesto! Lo más importante es acudir a revisiones periódicas con el médico. Si ya ha diagnóstico de Diabetes Mellitus, acudir a las revisiones frecuentes y mantener un adecuado nivel de glucosa, así como no suspender el tratamiento para evitar descontrol.
Si tenemos un adecuado control de la glucosa se disminuye considerablemente el riesgo de depositar glucosa en los nervios; evitando así la Neurapatía Diabética, el sobrecrecimiento bacteriano y el hígado graso.
La dieta es muy importante, algunas de las medidas que mejorarán el funcionamiento del intestino (tanto en el corto como en el largo) son:
- Contar con un adecuado plan nutricional basado en la cantidad de nutrientes que requerimos por nuestro peso corporal
- Evitar el exceso de alimentos con alto contenido de azúcar y grasas
- Comer 3 veces al día y 2 colaciones
- Evitar cambios en los horarios regulares de lo alimentos y comer despacio


