la adolescencia es una de las mejores épocas del ser humano en cuanto a la vida social se refiere; regularmente se fortalecen los lazos de amistad con adolescentes del mismo sexo, pero al mismo tiempo empiezan a surgir amistades con chicos del sexo opuesto e incluso empiezan a darse los primeros noviazgos. Hasta ahí todo pareciera algo muy padre. Sin embargo, además de tener que enfrentar sus sentimientos y emociones, comienzan a vivir los cambios corporales, que, en ocasiones les cuesta mucho trabajo asimilar, incluso ahora que existe tanta información disponible en internet.
La adolescencia es un periodo de transición y enlace entre la infancia y la condición de adulto, cuyo inicio se sitúa entre los 10-12 años en las niñas y entre los 12-14 años en los varones; su límite a los 18 y 20 años respectivamente. Esta etapa se caracteriza por el crecimiento longitudinal acelerado, terminan de crecer las vísceras, se presenta el crecimiento y desarrollo de genitales internos y externos, además de que aparecen los caracteres sexuales secundarios; es decir, en esta etapa el cuerpo se alista para la reproducción.
Hombres y mujeres sufren cambios corporales importantes:
En los varones: crece vello en el pubis y en las axilas, comienza la producción de espermatozoides y se presentan las primeras eyaculaciones; el olor del sudor se vuelve más intenso; crecen los huesos y los músculos; se desarrollan y crecen el pene, los testículos y la próstata; se ensancha la espalda y la voz se hace más grave. También, se marca la manzana de Adán (uno de los cartílagos de la laringe), aparece el vello facial, algunos presentan acné y cambian los rasgos faciales.
En las mujeres: crecen los huesos y los músculos; maduran los órganos sexuales y se presenta la primera menstruación; la cadera y la piernas se ensanchan; y crece el vello en el pubis y en las axilas. De igual forma, crecen las mamas, aparece acné y cambian los rasgos faciales.