La Diabetes Mellitus es una de las condiciones crónicas más frecuentes en l@s niñ@s. Se caracteriza por presentar un exceso de glucosa en la sangre. La glucosa es azúcar que proviene principalmente de los alimentos y es utilizada por el cuerpo para obtener la energía necesaria para todas sus funciones.
Al inicio no suele diagnosticarse porque muchos de sus síntomas parecen inofensivos, pero si la falta de insulina persiste se hacen cada vez más evidentes. Los síntomas pueden ser muy variados, el exceso de glucosa en sangre ocasiona:
En la mayoría de las ocasiones los síntomas inician de manera repentina e inesperada. El diagnóstico lo realiza el profesional de la salud a través de la historia clínica y exámenes de laboratorio.
L@s niñ@s con diabetes no diagnosticada o sin tratamiento pueden desarrollar daños en diversos órganos del cuerpo como el corazón, los ojos, los riñones y los nervios. Este daño puede tener consecuencias fatales, por ello es importante iniciar a tiempo un tratamiento adecuado para evitarlas y favorecer un óptimo desarrollo en los infantes.
El tratamiento debe estar a cargo del Endocrinólogo Pediatra y Nutriólogos especializados; consiste en administrar la insulina (que el cuerpo ya no puede producir) e incluir un plan de alimentación saludable, combinado con ejercicio y monitoreo constante de los niveles de glucosa en sangre.
La Diabetes tipo 1 aún no se puede prevenir, pero llevar un tratamiento bien administrado ayudará a que l@s niñ@s que viven con esta condición tengan una vida plena y sin limitaciones.
Referencias:
1.- Federación Internacional de Diabetes. Diabetes Atlas. 7 Edición 2015.
2.- Standards of medical care in diabetes. Diabetes Care 2017;40(1)
3.- ISPAD Clinical Practice Consensus Guidelines 2018. Chapter 1: Definition, epidemiology, diagnosis and classification. Junio 2018.
