¡Sacúdete lo que no necesitas!

Lic Aurora García López / Psicóloga y Educadora en Diabetes / Céd Prof: 0618144 / auroragarcia418@hotmail.com

Diversas investigaciones muestran la importancia de incluir hábitos que generen cambios sustanciales en nuestra salud física y emocional para abandonar comportamientos nocivos que afectan considerablemente nuestra forma de percibir la vida, en especial la salud; cuando nos damos cuenta de lo que nos afecta negativamente muchas veces sucede que ya estamos metidos en situaciones que atentan contra nosotros y nuestro entorno. Es entonces cuando nos preguntamos, ¿cómo llegamos hasta ahí?

¿Cómo saber qué nos perjudica?

Es común que se adquieran conductas nocivas de manera sutil y sin estar consciente de ello, esto debido a que tienden a llenar vacíos emocionales que existen en nosotros. Un ejemplo claro puede ser una nueva amistad que llega en un momento de vulnerabilidad (por una ruptura o una depresión) y nos aferramos a ella sintiendo miedo a que nos abandone; nos sometemos sin percatarnos de nuestras propias necesidades, devaluando nuestros deseos y por consiguiente obviamos las consecuencias que nos puede acarrear.

De esta manera se instalan en nuestra cotidianidad los malos hábitos, rituales, amistades “tóxicas” y hasta costumbres que posteriormente nos será difícil disminuir y eliminar de nuestras vidas.

Un ejemplo claro de los malos hábitos es el no desayunar, acción que provocará que nuestro cuerpo no obtenga energía proveniente de los alimentos, por lo que el organismo comenzará a suplir la falta de energía liberando los ácidos grasos en la sangre, provocando la ingesta de nutrientes altamente tóxicos para la pared vascular. Los factores antes mencionados están relacionados con la aparición del síndrome metabólico (es un grupo de afecciones que lo ponen en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca y Diabetes tipo 2) cuyo riesgo se puede triplicar si no se desayuna.

Un estudio realizado en la Universidad de Maastricht en los países bajos y publicada en la revista BMC Public Health, refiere que la socialización es fundamental en la salud con una muestra de 2,861 personas (entre 40 y 75 años) que ser socialmente activo, tiene un efecto protector en la aparición de enfermedades incluida la Diabetes tipo 2, mientras la soledad constituía un factor de riesgo de más de 100% en mujeres y un 94% en varones.

¿Que nos sugieren estos hallazgos?

Debemos estar más atentos a nuestra salud, dar prioridad a nuestras necesidades, gustos y deseos. Considerando que una red de personas para convivencia con gustos similares es de suma importancia para escuchar sugerencias para cuidarnos, ejercitarnos cotidianamente o llevar una alimentación saludable.

De esta manera estaremos atentos para identificar lo que nos daña y podremos hacer a un lado todo lo que no es bueno para nuestra salud física y mental. Evitemos caer en hábitos y relaciones tóxicas que lamentaremos posteriormente; es momento de reflexionar y hacer un proyecto saludable en el que hagamos una lista de metas realistas que nos permitan llevar una vida plena y feliz.

¡El momento llegó, hazlo ahora!