Amamantar no es un “cuento hippie” es un factor indispensable para el desarrollo humano. La leche materna es un líquido “pulido” por la evolución y producido por cada madre para su hijo, también se sabe que dicho líquido transforma sus propiedades nutrimentales (mismas que apoyan en el desarrollo del niños y fortalecen su sistema inmunológico) de acuerdo con la alimentación y entorno de la madre; no sólo refuerza el vínculo con el niño, también lo protege para toda la vida. Dicho en otras palabras “es su primera vacuna natural”, es el primer alimento funcional porque no sólo nutre, sino que causa modificaciones benéficas para el organismo de los (as) niños(as)que lo consumen, como por ejemplo propician un coeficiente intelectual más alto. “Cada vez hay más datos que indican que la lactancia materna puede tener beneficios a largo plazo, como reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad en la infancia y la adolescencia”, enunció la OMS.

