Cuida tu salud. Puede sonar elemental, y en realidad lo es. Si en nuestra juventud cuidamos de nuestra salud en general, tendremos una vejez saludable que podremos disfrutar con mayor tranquilidad y plenitud.

Viaja. Planar un viaje al año, por muy cerca que sea, es un buen generador de recuerdos para la tercera edad. Viajar, además, te ayuda a relajarte y evitar el estrés, así que sin importar la edad que tengas y que ya hayas viajado mucho, sigue haciéndolo porque los viajes, además de ilustrar, son saludables.

No guardes tus sentimientos. Busca siempre tu tranquilidad emocional y estar bien con tu familia, amigos y seres queridos. Sobre todo, si tienes algún sentimiento oculto por alguien, revélalo con esa persona, uno nunca sabe cómo puede apostar el destino por nosotros.

No te quedes con ganas de nada. Leer cierto libro, ir a ver alguna película, conocer otras culturas, platicar con alguien interesante. Lo mejor que puedes hacer es llenarte de experiencias de cosas que puedas contar, pero, sobre todo, de aquéllas que siempre recordarás como algo que NO dejaste de hacer.

Piensa en el futuro. Todo lo que planees e imagines para el futuro te ayudará a tener una perspectiva y, cuando llegues a la vejez, sabrás si fuiste honesto contigo mismo y lograste lo que deseabas

Buenas amistades. Procura rodearte de gente positiva que sepas que vale la pena mantenerla a futuro en tu vida.

Ahorra y asegúrate. No olvides prepararte también prepararte económicamente y procurar la seguridad de tus personas cercanas.