El sueño es un proceso fisiológico y fundamental en la vida del ser humano, un período de descanso de los grandes hemisferios del cerebro y como mecanismo protector de la fatiga del sistema nervioso. Este proceso es determinante en el crecimiento y desarrollo de los niños y está asociado a la actividad motriz y al desarrollo psicofisiológico en los primeros años de la vida, con el desarrollo psicomotor y con el aprendizaje y la regulación de la conducta.
Los problemas del sueño en los niños tienen un impacto negativo en el desarrollo del infante, referente al comportamiento, el rendimiento académico y el crecimiento; sin duda esto afectará en la dinámica y la calidad de vida de la familia.
Es importante organizar las diferentes actividades diarias que contemplen las horas de sueño según la edad, el estado de salud y algunas particularidades de los niños. El aproximado de horas de sueño en menores debe ser, en promedio:
El niño que no logra dormir en promedio las horas mencionadas anteriormente, en vez de estar somnoliento, se activa para no dormirse, por lo que se vuelve más inquieto e irritable; hay mayor dependencia de quien lo cuida, puede tener problemas de crecimiento, trastornos de ansiedad o depresión, dolores de cabeza, inseguridad, baja tolerancia a la frustración, timidez, mayor probabilidad de obesidad infantil y, en edades más avanzadas, puede haber fracaso escolar, consecuencias graves tan sólo por la falta de sueño.
