1. 1 Escoge un protector solar adecuado que bloquee los rayos ultravioletas A y B con un factor de protección solar de al menos 30; en caso de que exista una exposición prolongada de tiempo al aire libre es mejor usar protección 50.
2. En caso de ir a la playa o ir a nadar a las piscinas, utiliza el protector solar no solamente desde la primera puesta desde casa, porque hay que aplicarlo cada dos horas o cada vez que salga del agua.
3. Utiliza protector solar en casi todo el cuerpo, especialmente en la espalda, la parte posterior de las piernas y las plantas de los pies; no debes dejar de colocarlo en la parte superior de las orejas, debajo de los brazos y también en el cuero cabelludo si tienes poco pelo.

4.- Un área que olvidamos frecuentemente es la protección de los ojos, y la mejor manera de cuidarlos es utilizando gafas de sol, gorras o sombreros. Siempre busca que realmente te proteja. En algunas ocasiones cometemos el error de colocar protector solar en los parpados de los ojos, y en el momento en que empezamos a sudar una gota podría entrar en el ojo y provocar mucho ardor.

5.- Siempre revisa tus pies. Se recomienda no andar descalzo, sobre todo si tienes la glucosa alta, mala circulación o poca sensibilidad. Puede que en algunas personas que viven con diabetes la percepción de la sensibilidad esté disminuida y si los pies están mucho tiempo expuestos pueden terminar con algún grado de quemaduras.

6.-Evita la exposición al sol entre las 11:00 y las 16:00 horas ya que es cuando más peligroso puede ser para nuestra piel. En esos momentos los rayos UV son tan intensos que, si queremos permanecer al aire libre, el único modo de que no nos afecten es recurrir a la sombrilla o a un árbol.

7.- Evita usar ropa o zapatos con materiales que favorezcan la aparición de hongos por las bondades de un ambiente húmedo, esto puede causar heridas o alergias en la piel.

8.- Recuerda siempre hidratarte con agua en el transcurso del dia.