T
odas las personas cursan por periodos de tristeza. Es parte de los altibajos de la vida, pero si tienes sentimientos de desesperanza o desesperación, y te duran semanas, podrías estar clínicamente deprimido
Si eres una persona de la tercera edad y estás pasando por un diagnóstico reciente de diabetes, la posibilidad de deprimirte es mayor. Además de considerar otros factores que se pueden adherir al diagnóstico como condiciones familiares, forma de vida, de vivienda, emocionales, etcétera.
Si tienes diabetes puedes ser más susceptible a la depresión que alguien que no vive con ella. La depresión parece ser más común, durar más tiempo y recurrir con más frecuencia en personas con diabetes que la población en general.
La depresión puede ocurrir después de que hayas pasado por las etapas de negación y enojo, o quizá más tarde, después de haber convivido con tu diabetes durante algunos años.
Nadie está seguro de por qué las personas con diabetes tienden más hacia la depresión. Puedes tener sentimientos de aislamiento, sentirte apartado de familiares y amigos, y tener la sensación de ser rechazado por los demás. O quizás sea una condición fisiológica que resulte del daño a los nervios que controlan los estados de ánimo.
Cualquiera que sea la razón, es importante comprender que, si estás deprimido, no hay nada malo en ti como persona. Pero eso sí, la depresión puede hacerte entrar en ciclo vicioso. Puedes sentirse deprimido, tener poca energía para vivir y hacer poco caso del cuidado de tu diabetes. O tal vez sentirte peor físicamente, y hasta más deprimido. Por ejemplo, si tienes niveles altos de glucosa en sangre por un cierto periodo, puedes sentirte somnoliento y fatigado. El primer paso para enfrentarse a la depresión es reconocer que la tienes.
Una de las primeras señales o síntomas de la depresión es la pérdida del placer. Además, cambia el patrón del sueño, cambia el apetito, tienes dificultad para concentrarte y te sentirás sin energía todo el tiempo. Algunas personas se sienten nerviosas o ansiosas y se les dificulta quedarse quietos, incapacitados para tomar decisiones incluso las más irrelevantes o triviales. También surgen pensamientos de culpabilidad o autodesaprobación. Los síntomas de depresión se acentúan mayormente en la mañana que en el resto del día. Cuando la depresión se encuentra en su punto más bajo, podrías incluso tener ideas suicidas. Puedes pensar formas de hacerte daño.
Si observas que tienes uno o más de estos síntomas es tiempo de buscar ayuda. Lo primero es consultar al médico para descartar razones físicas a consecuencia de medicamentos, abuso de bebidas alcohólicas y drogas, o un mal cuidado de la glucosa en sangre pueden causar los mismos síntomas. El tratamiento para la depresión es la psicoterapia y la medicación antidepresiva; los mejores resultados en algunos casos es la combinación de ambos.El psicoterapeuta ayuda a que identifiques las razones o causas de la depresión. Algunas veces todo lo que se necesita es una terapia corta para ayudar a ponerte en el camino de nuevo. Otras situaciones requerirán de más tiempo en terapia. Si se requiere tratamiento farmacológico el terapeuta deberá canalizarte con el psiquiatra, autoridad en farmacología mental. Muchas perturbaciones emocionales son causadas por problemas físicos o biológicos en el sistema nervioso. Un nivel bajo de serotonina puede provocar depresión, por ejemplo. Reconocer los síntomas de la depresión y buscar ayuda de inmediato te harán sentir mejor y su manejo será más fácil. Buscar un profesional en psicología o psiquiatría, además de ser educador en diabetes, será lo óptimo para el tratamiento de la depresión tras un diagnóstico de diabetes.
Por Psic. ED Laura Arellano Bonilla psicologasocial.lab@gmail.com
