La diabetes fuera de casa
Dra. EDC Martha Rangel Hernández | Vocera de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C.
Después de la casa, la escuela es el segundo lugar en donde los niños y adolescentes pasan mayor tiempo, así que resulta fundamental que cuenten con las herramientas necesarias en este lugar.
En casa es muy importante trabajar la autoestima y la autoeficacia, la percepción que tenemos de poder hacer las cosas por nosotros mismos. Esto será fundamental para que niños o adolescentes vayan dando pequeños pasos hacia el autocuidado, adquiriendo seguridad en el manejo de su condición de vida, lo cual dará pauta al control de la misma.
Además, debemos considerar el factor estrés, por lo que también debemos involucrarnos en enseñarles a canalizarlo, ya que el estrés puede descontrolar la diabetes.
¿Cuál es el riesgo de perder el control?
Los niños son una esponja cuando de aprender se trata. Tanto padres como profesores tienen el desafío de colaborar en la educación del niño, ya que además de prepararlos para la vida y lo académico, también colaborarán en su educación en relación a su diabetes; cómo vivir con ella sin trasmitirles miedo o ansiedad. Esto será el pilar para el desarrollo de la autoeficacia y, por tanto, de un adecuado manejo y control de la condición. Si les creamos hábitos desde el momento del diagnóstico, rodeados de un ambiente de confianza más que de sobreprotección, se garantizará una adolescencia con toma de decisiones informadas y enfocadas en el propio bienestar, evitando así el desarrollo de malos hábitos que podrían mermar su calidad de vida poniéndolos en riesgo de desarrollar complicaciones.
Debemos enseñarles que la diabetes, si bien es un reto, jamás será una limitante, y que podrán volar tan alto como ellos quieran, teniendo el apoyo de padres y maestros.
¿Cuál es el papel de los maestros y la escuela?
La Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda la entrega a la escuela de una ficha de información que incluya la descripción de la diabetes, los síntomas de hiperglucemia (azúcar alta) e hipoglucemia (azúcar baja), así como los datos del pediatra y de los profesionales de la salud que estén involucrados en la atención integral de los niños o adolescentes.
