Si la persona adulta con diabetes tiene menos de tres enfermedades, su hemoglobina glucosilada puede estar hasta 7.5%, y su glucosa mantenerse en un rango de 90 a 130 mg y antes de dormir entre 90 a 150 mg. Debemos evitar las hipoglucemias, que son cifras menores de 70 mg de glucosa. Hay algunas personas que ya no tienen señales de alarma como:
SAl no presentarse estos focos rojos, corren el riesgo de convulsionar y si están solas tener caídas o tener una arritmia. Aquí es donde entra la previsión, un educador en diabetes puede enseñarle a la persona y a su familia a reconocer si tiene alguna baja de azúcar, siempre checarse la glucosa y corregir en caso necesario. Que se apoye con algún familiar o vecino. Tener un silbato puede ser útil en caso de caídas y que la persona no se pueda levantar sola.
La presión arterial es importante, debe checarse diariamente en la mañana y por la noche, anotarla en su diario y llevarla a cada consulta con su médico. La presión normal es 120-80, pero cuando se tiene presión alta es cuando tenemos cifras iguales o mayores de 140-90. La meta sería 140/80. Si los niveles de colesterol son mayores de 200 mg y no hay contraindicación pueden emplearse las estatinas.