Existen varios tipos de diabetes; sin embargo, en niños(as) la más frecuente es la Diabetes tipo 1 (DT1), esta condición ocasiona de manera crónica niveles altos de glucosa debido a la falta de producción insulina (hormona encargada del control de glucosa en el cuerpo) por el páncreas.
Actualmente, la ciencia no ha demostrado certeramente la causa que origina que el páncreas ya no secrete dicha hormona.
Al inicio no suele diagnosticarse porque muchos de sus síntomas parecen inofensivos, pero si la falta de insulina persiste se hacen cada vez más evidentes.

En la mayoría de las ocasiones los síntomas inician de manera repentina e inesperada. El diagnóstico lo realiza el profesional de la salud a través de la historia clínica y exámenes de laboratorio.
Los(as) niños(as) con diabetes no diagnosticada o sin tratamiento pueden desarrollar daños en diversos órganos del cuerpo como el corazón, los ojos, los riñones y los nervios. Este daño puede tener consecuencias fatales, por ello es importante iniciar a tiempo un tratamiento adecuado para evitarlas y favorecer un óptimo desarrollo en los infantes.
La Diabetes tipo 1 aún no se puede prevenir, pero llevar un tratamiento bien administrado ayudará a que los(as) niños(as) que viven con esta condición tengan una vida plena y sin limitaciones.

REFERENCIAS:
Federación Internacional de Diabetes. Diabetes Atlas. 7 Edición 2015.
Standards of medical care in diabetes. Diabetes Care 2017;40(1).
ISPAD Clinical Practice Consensus Guidelines 2018. Chapter 1: Definition, epidemiology, diagnosis and classification. Junio 2018
