Mis estudios salen en rango, ¿estoy sano?

Dra ED María del Mar Aguirre Salmones / Especialista en obesidad y comorbilidades – Hospital Ángeles, clínica Londres / Céd Prof: 7876528 / marimar.aguirre83@gmail.com / Twitter @marsimar

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), estar sano se define como “tener un estado de completo bienestar físico, mental y social, no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS, 2020).

Con esta definición como base podemos determinar que el bienestar físico de una persona es sólo parte de un estado de salud integral con varios componentes.

El colesterol y los triglicéridos son parte de lo que coloquialmente llamamos “grasas de la sangre”, estos componentes de la química de la sangre pueden elevarse dependiendo de la alimentación, grado de sedentarismo o de factores hereditarios.

La glucosa (comúnmente conocida como “azúcar”) puede elevarse por varias razones como la alimentación muy alta en azúcares, factores hereditarios y sedentarismo. Aún así, hay algunas personas a quienes la glucosa se les puede elevar sin que la alimentación juegue un papel primordial.

Uno de los factores de riesgo para presentar diabetes es a obesidad, definida por la OMS como una acumulación excesiva de grasa, así como un índice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 30kg/m2.

Los anteriores indicadores de salud están solamente hablando del plano físico de acuerdo con la OMS; sin embargo, definición de salud considera indispensable mantener un equilibrio con los aspectos mentales y sociales.

Tomando lo anterior en cuenta una persona que se encuentre con niveles elevados de colesterol, triglicéridos o de glucosa, presentará lo que llamamos dislipidemia (condición que aumenta los riesgos de presentar problemas cardiovasculares) o diabetes; aún si esta misma persona tiene un IMC normal no se puede afirmar que goce de una salud completa.

De la misma manera, si una persona tiene un IMC compatible con obesidad o un exceso de grasa corporal y sus niveles (de triglicéridos y colesterol o glucosa) en rango adecuado, tampoco se considerará sano.

Es importante sumarle a cualquiera de estos panoramas las demás esferas de la salud, que son el completo bienestar mental y social, pues de la misma manera en que se ejemplifica lo anterior, si una persona tiene un IMC dentro de los parámetros considerados para peso normal, pero vive con una enfermedad mental sin tratamiento, no se podría considerar completamente saludable.

En conclusión, si los niveles de lípidos se encuentran dentro de los parámetros normales, pero hay un exceso considerable de grasa en un cuerpo y esto está afectando el movimiento, las articulaciones, o alguna otra función corporal, podría determinarse que la persona no tiene una salud completa.

Lo positivo de todo esto es que en cualquier panorama o momento en que nos encontremos, siempre hay una oportunidad para mejorar aquel aspecto que nos esté limitando y, por supuesto, puede trabajarse poco a poco.

La salud completa según la definición de la OMS es resultado del tiempo, trabajo y autocuidado constante, no sólo se rige por números y cifras, es un equilibrio.