No estoy gordo, soy de hueso ancho
Dr Rafael Álvarez Cordero/ Fundador y Presidente del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas
Ya estamos en 2019, año que de seguro nos deparará muchas novedades y que tenemos que vivir atentos, alertas, optimistas, porque este año será importante para nuestra salud.
Y lo digo porque hoy como nunca, debido al entorno político y financiero, será necesario que nuestra salud sea la mejor, que podamos ser productivos y que alcancemos nuestras metas a pesar de todo. Para lograrlo, nuestra salud es fundamental, recordando la frase “la salud no es todo, pero sin salud no hay nada”.
Acaban de pasar las semanas que se han llamado “maratón Guadalupe/Reyes” (que comenzó el 12 de diciembre y terminó el 6 de enero), aunque algunos de nosotros celebramos ya desde el 2 de noviembre las fiestas de los difuntos. Todas han sido fechas llenas de celebraciones, fiestas, aniversarios o conmemoraciones, en las que todo cambia. Se desequilibra el balance energético, ya que se come y se bebe en mayores cantidades y a toda hora; no se hace ejercicio físico, ni se duerme lo suficiente. Como resultado, aparece la obesidad y sus consecuencias.
¿Qué es el balance energético?
El balance energético es el resultado de lo que comemos y nos da energía, contra lo que usamos y gasta energía. El balance energético ocurre todos los días todo el día; si comemos 300 calorías, se suman a nuestro cuerpo, y si gastamos 300 calorías en ejercicio o deporte, se restan de nuestro cuerpo.
Por consecuencia si el balance energético es adecuado, a pesar de haber vivido las fiestas y celebraciones de fin de año, no aumentó el peso y nos mantenemos sanos; pero si el balance energético es positivo (comemos más de lo que gastamos) inevitablemente subimos de peso.


