Es común que en la escuela veamos niños con sobrepeso y no nos detenernos a pensar que estos pequeños pueden estar en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras enfermedades asociadas al sobrepeso.
Según la ENSANUT de Medio Camino 2016, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los niños sigue siendo bastante alta comparada con la de 2012, lo que significa que, aunque en el país se están haciendo esfuerzos para mejorar este problema de salud, tenemos que trabajar más.
Es importante tener en cuenta que cuando un niño crece con sobrepeso o con obesidad es más probable que desarrolle condiciones como resistencia a la insulina, hipertensión arterial, alteraciones en los lípidos de la sangre (colesterol, triglicéridos) y, eventualmente, diabetes tipo 2.
Hay que considerar que hay dos lugares en los que los niños se encuentran la mayor parte del día: la escuela y la casa, así que hay que promover que el ambiente en estos lugares sea saludable.
Los maestros y maestras y los papás de los niños juegan un papel importantísimo en esto. Se ha observado que cuando los niños aprenden estilos de vida saludables en la escuela los llevan a la casa. De esta manera, la educación también involucrará a los niños en la elección de alimentos más saludables y de actividades que repercutan positivamente en su salud.
Por otro lado, si en la casa los pequeños tienen rutinas y prácticas que promuevan estilos de vida saludables, es fácil que los compartan en la escuela con sus compañeros y maestros, haciendo que todos vayan creciendo mejor.
Hay algunas recomendaciones que los papás podemos poner en práctica en la casa y llevar a la escuela ayudando a prevenir estos problemas:
Referencias:
– Ensanut MC 2016
– Eatright.org (Academy of Nutrition and Dietetics)

