¿qué hice mal?, ¿por qué a mí?
Mi proceso de adaptación fue algo complicado por la información que se genera alrededor de la diabetes. Pensaba, por ejemplo, que comer algo dulce era dañino para mi salud, pero poco a poco fui aceptando ese nuevo estilo de vida y a darme cuenta de que la diabetes es una condición de vida y no una enfermedad.
El apoyo de mi familia ha sido muy importante. No sólo por acompañarme y entenderme y compartir las cosas que vivo, sino también porque sé que puedo contar con ellos. Además, mi familia me hizo entender que yo no era la única persona que vivía con diabetes.
La diabetes no es un freno ni un obstáculo, eso debería saberlo cada vez más gente.
Desde que vivo con diabetes tengo una mejor nutrición, como adecuadamente y puedo hacer lo que sea, le demuestro a las personas que aun viviendo con diabetes puedo ser feliz porque me mantengo en control.
A la gente que vive con diabetes, o a quienes les han dado su diagnóstico recientemente, les diría que no se alarmen. Sobre todo, nosotros los más los chicos porque somos niños o adolescentes y se nos antojan muchas cosas. La idea es saber comer, no satanizar ningún alimento, pero también saber que todo en exceso es malo.
