Los hidratos de carbono son nutrimentos esenciales para aportar energía al organismo, necesaria para realizar las actividades diarias.
Existen dos tipos de hidratos de carbono:
HIDRATOS DE CARBONO SIMPLES:
Se encuentran en las frutas y la leche; también en alimentos procesados como refrescos, jugos naturales y envasados, bebidas para deportistas o leches saborizadas. Además están en productos de panadería (galletas, pan dulce o panes de caja), e incluso en aderezos como cátsup, mostaza o mayonesa, y en general, en casi cualquier alimento que venga en un paquete o envase listo para comer.
HIDRATOS DE CARBONO COMPLEJOS:
Se encuentran en alimentos como arroz integral, avena, granos enteros (linaza o trigo integral) y productos que se hacen a partir de estos granos; también se encuentran en las leguminosas como el frijol, las lentejas, garbanzos, habas, entre otros.
Consumir hidratos de carbono simples de forma moderada dentro de una alimentación saludable no es malo, pero su ingesta de forma excesiva y constante se relaciona con el incremento de enfermedades como la obesidad, la prediabetes, la Diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial.
Si usas insulina y consumes hidratos de carbono simples en exceso puede que ocurrir que las unidades que te inyectaste no sean suficientes para la cantidad de azúcares que tiene un jugo o un pan dulce; si es el caso, tu glucosa podría elevarse esta puede ser una de las razones por la que tu diabetes no se encuentre en rangos de control.
¡Recuerda! El objetivo es evitar el daño a largo plazo en nervios, riñones, ojos y corazón.
Por otro lado, los hidratos de carbono complejos también producen un incremento en los niveles de glucosa pero de forma más lenta o paulatina, y requieren mayor tiempo de digestión para ser absorbidos por tu cuerpo. Además son ricos en muchos otros nutrimentos como zinc, hierro, vitaminas, o minerales como el potasio o magnesio y contienen un elevado contenido de fibra. Es decir, los hidratos de carbono complejos,además de aportar energía, te nutren más y mejor que algunos alimentos con hidratos de carbono simples. Su consumo se asocia con una buena salud del corazón y mejor control en los niveles de glucosa en sangre.
Si consumes una gran cantidad de hidratos de carbono simples, comienza por cambiar algunos hábitos, por ejemplo: consume la fruta a mordidas y evita preparar pulpas o jugos con ésta; intercambia el consumo de pan blanco por un pan 100% integral, e incluso puedes preparar hotcakes con harina de avena hecha en casa en lugar de usar la tradicional.
Si quieres saber cómo hacer más cambios para mejorar tus niveles de glucosa en sangre, acércate a un(a) Nutriólogo(a) y/o Educador(a) en diabetes para que te ayude a mantener una alimentación saludable.
Recuerda que debe existir un balance entre ambos tipos de hidratos de carbono, ya que vivir con diabetes no es sinónimo de prohibir el consumo alimentos, sólo de conocer las porciones adecuadas para nuestro plan de alimentación.